viernes, agosto 30, 2013
jueves, mayo 30, 2013
sábado, mayo 25, 2013
La verdad
De cuántas jaulas tendríamos que salir para tener libertad!?
Vivimos atados al reloj, a los minutos, segundos
fechas, cumpleaños, exámenes, trabajo, deberes, obligaciones,
el tiempo "libre"es más de lo mismo
consumo y más consumo...
domingo, marzo 10, 2013
Volver en vino
lunes, marzo 04, 2013
sábado, marzo 02, 2013
sábado, febrero 23, 2013
miércoles, febrero 20, 2013
Acrimonial - Cuerpo Sin Alma
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| Acrimonial, banda de death metal de Comodoro Rivadavia Extracto de uno de sus temas |
domingo, febrero 17, 2013
Le cambiaría el título por "ciudad saqueda"
Ciudad de paradojas. Por Daniel Alonso
“Comodoro Rivadavia es una ciudad de viento y de petróleo. De su subsuelo sale la mayor parte del petróleo de la Argentina. Pero no tiene nada de lo que una ciudad debería tener. Y no tiene una gota de agua. Es la ciudad de los millones en tránsito. La ciudad de los negocios, del petrodólar, de un cierto tipo de nuevo-riquismo y del florecimiento de una nueva burguesía que procura refugiarse en una villa contigua, Rada TIlly”.
VISION
Los párrafos, escritos en un portugués fácilmente descifrable, figuran en “Visao”, una publicación lusitana luego del paso entre turístico y periodístico de sus corresponsales viajeros, Luis Pedro Cabral y Jordi Burch por nuestra zona, en febrero de 2008.
Pese a que recién cae en nuestras manos, los aspectos generales de la crítica nota parecen no haber perdido demasiada vigencia.
Una visión crítica, lacerante, pero no exenta de veracidad tomada hace cinco años y que se enfocaba a partir del último gran derrame petrolero en Caleta Córdova.
Las vísperas del aniversario de la ciudad, y la sana costumbre de curiosear como se nos ve desde afuera, nos invitan a compartir con un dejo de masoquismo algunos otros parrafitos de los cronistas portugueses.
DIASPORAS
“Es la ciudad del subsuelo, la ciudad del trabajo. Una ciudad que concentra tantas culturas como tantas diásporas. Es, a pesar de eso, la ciudad de la nada, en la búsqueda de una identidad, procurando cosas esenciales, encerrada dentro de sus fronteras, perdida en el medio de la Patagonia buscando un destino duradero en medio de un mar de petróleo.
Comodoro Rivadavia ya es una ciudad centenaria. Los primeros colonos que allí llegaron, entre ellos muchos portugueses que aún hoy forman una de las mayores y más unidas comunidades de la ciudad, tuvieron que domar a una región en estado bruto, sin otra cosa sino un inmenso mar. Cuando ellos llegaron todo faltaba en Comodoro, sobre todo lo que aún hoy escasea: el agua, el oro del futuro.
Era, entonces, poco más que una ciudad fantasma, tratando de subsistir por el mar, viviendo en el frío de largos inviernos, fustigada siempre por las ráfagas tempestuosas del viento impiadoso de la Patagonia”.
PARADOJAS
“A Comodoro Rivadavia todo le falta. No sólo el saneamiento básico, no hace tratamiento de aguas residuales, los detritos que la ciudad produce son pura y simplemente dirigidos hacia el mar, otrora fuente de riqueza. Donde antes había una playa limpia, hoy ni los pájaros se posan. No existe siquiera lo obvio: una planta de desalinización para transformar el inmenso mar fronterizo, en agua potable. Ni eso.
Comodoro Rivadavia es, por lo tanto, una ciudad ocupada pero simultáneamente en abandono. Mayor paradoja no podría haber. Las compañías petrolíferas retiran del subsuelo de la ciudad un lucro diario de cerca de 40 millones de euros. De ese monto, la municipalidad solo recibe una ínfima parte, con cálculos hechos muy por arriba supuestamente de un 1 % de un recurso que en la realidad, es mil veces mayor.
El crudo es llevado por oleoductos o transportado en enormes cargueros hacia el norte del país, para ser transformado en refinerías lejanas en innúmeras ramificaciones del lucrativo negocio, multiplicando incontables veces el provecho que se le saca, en otras partes. La paradoja de las paradojas.
Pero, Comodoro Rivadavia no es diferente de tantas otras Comodoro del mundo, riquísimas, pero que vegetan en la pobreza”.
fuente: http://www.elpatagonico.net/nota/184856-ciudad-de-paradojas/
“Comodoro Rivadavia es una ciudad de viento y de petróleo. De su subsuelo sale la mayor parte del petróleo de la Argentina. Pero no tiene nada de lo que una ciudad debería tener. Y no tiene una gota de agua. Es la ciudad de los millones en tránsito. La ciudad de los negocios, del petrodólar, de un cierto tipo de nuevo-riquismo y del florecimiento de una nueva burguesía que procura refugiarse en una villa contigua, Rada TIlly”.
VISION
Los párrafos, escritos en un portugués fácilmente descifrable, figuran en “Visao”, una publicación lusitana luego del paso entre turístico y periodístico de sus corresponsales viajeros, Luis Pedro Cabral y Jordi Burch por nuestra zona, en febrero de 2008.
Pese a que recién cae en nuestras manos, los aspectos generales de la crítica nota parecen no haber perdido demasiada vigencia.
Una visión crítica, lacerante, pero no exenta de veracidad tomada hace cinco años y que se enfocaba a partir del último gran derrame petrolero en Caleta Córdova.
Las vísperas del aniversario de la ciudad, y la sana costumbre de curiosear como se nos ve desde afuera, nos invitan a compartir con un dejo de masoquismo algunos otros parrafitos de los cronistas portugueses.
DIASPORAS
“Es la ciudad del subsuelo, la ciudad del trabajo. Una ciudad que concentra tantas culturas como tantas diásporas. Es, a pesar de eso, la ciudad de la nada, en la búsqueda de una identidad, procurando cosas esenciales, encerrada dentro de sus fronteras, perdida en el medio de la Patagonia buscando un destino duradero en medio de un mar de petróleo.
Comodoro Rivadavia ya es una ciudad centenaria. Los primeros colonos que allí llegaron, entre ellos muchos portugueses que aún hoy forman una de las mayores y más unidas comunidades de la ciudad, tuvieron que domar a una región en estado bruto, sin otra cosa sino un inmenso mar. Cuando ellos llegaron todo faltaba en Comodoro, sobre todo lo que aún hoy escasea: el agua, el oro del futuro.
Era, entonces, poco más que una ciudad fantasma, tratando de subsistir por el mar, viviendo en el frío de largos inviernos, fustigada siempre por las ráfagas tempestuosas del viento impiadoso de la Patagonia”.
PARADOJAS
“A Comodoro Rivadavia todo le falta. No sólo el saneamiento básico, no hace tratamiento de aguas residuales, los detritos que la ciudad produce son pura y simplemente dirigidos hacia el mar, otrora fuente de riqueza. Donde antes había una playa limpia, hoy ni los pájaros se posan. No existe siquiera lo obvio: una planta de desalinización para transformar el inmenso mar fronterizo, en agua potable. Ni eso.
Comodoro Rivadavia es, por lo tanto, una ciudad ocupada pero simultáneamente en abandono. Mayor paradoja no podría haber. Las compañías petrolíferas retiran del subsuelo de la ciudad un lucro diario de cerca de 40 millones de euros. De ese monto, la municipalidad solo recibe una ínfima parte, con cálculos hechos muy por arriba supuestamente de un 1 % de un recurso que en la realidad, es mil veces mayor.
El crudo es llevado por oleoductos o transportado en enormes cargueros hacia el norte del país, para ser transformado en refinerías lejanas en innúmeras ramificaciones del lucrativo negocio, multiplicando incontables veces el provecho que se le saca, en otras partes. La paradoja de las paradojas.
Pero, Comodoro Rivadavia no es diferente de tantas otras Comodoro del mundo, riquísimas, pero que vegetan en la pobreza”.
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